El secreto del rey Gojo

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El secreto del rey Gojo

El cuento de El secreto del rey Gojo

Había una vez una reino en el que todo el planeta era feliz. Su gobernante, el rey Gojo, había logrado llevar la paz y la dicha a aquel sitio merced a su bravura y su ingenio. Hace un tiempo, su reino había sido invadido por un ejército desalmado que tenía sometidos a sus habitantes.
Mas el rey Gojo había logrado expulsarlos merced a un traje mágico que le llenaba de valor que el Hada del Bosque le había regalado. Cuando el rey se ponía su traje y charlaba, todo el ejército y todo el pueblo se contagiaban de la bravura, del coraje y del entusiasmo del monarca.
Absolutamente nadie en el reino conocía el secreto de su traje. El rey Gojo no deseaba que absolutamente nadie se enterase de que su atuendo tenía poderes. Si el oponente lo descubría y se lo birlaba sería el fin de su reinado y de su pueblo.
Todos y cada uno de los días, el rey Gojo se ponía su traje mágico solamente levantarse. Y si no se acostaba con él era pues debía lavarlo. Mas cuando se lo quitaba, al rey Gojo le entraba mucho temor, de esta manera no se apartaba de su traje ni un instante. Mientras que le lavaban el traje, el rey Gojo estaba allá al lado, aun solicitaba que lo tendiesen al lado de su cama para ponérselo solamente levantarse.
Mas un día el sastre real se percató de que el traje del rey Gojo tenía un descosido en el pantalón, con lo que lo cogió mientras que el rey dormía, pensando que no se daría cuenta y con la pretensión de devolverlo ya antes del amanecer. Incluso de esta forma, por si las moscas el rey se desvelaba y a fin de que no se amedrentase al no ver el traje, el sastre le dejó una copia en el sitio donde acostumbraba a poner el traje original.
Mas esa noche un pequeño ejército de soldados venidos de lejísimos atacó el castillo por sorpresa. Los vigías alertaron enseguida al rey, que se puso su traje sin percatarse de que era una copia y salió a dirigir su ejército con exactamente la misma energía y bravura de siempre y en toda circunstancia.
En pocas horas, el rey Gojo y sus soldados habían expulsado al contrincante.
Cuando llegó a sus aposentos, descubrió que había un traje allá. No comprendía qué pasaba, con lo que llamó al sastre para solicitarle explicaciones.
– Querido sastre, no necesito un traje nuevo. Este que tengo me agrada. ¿Por qué razón me has hecho otro?
– Majestad, el traje que veis ahí es el vuestro de siempre y en toda circunstancia. El que lleváis puesto es nuevo -. El sastre le narró la historia del descosido al rey, que no salía de su sorprendo.
– ¿Deseas decir que he luchado sin mi traje? ¿Que he dirigido a mi ejército y vencido al oponente por mis medios?
– Sí, majestad – respondió el sastre, que no salía de su sorprendo ante aquella situación.
– Entonces, te manda el Hada del Bosque, ¿cierto??
– ¿Qué hada, señor? Yo soy un simple sastre que aprendió el oficio de su padre. Va a ser mejor que descanséis, majestad. Habéis dormido poco y el ahínco os hace perder el juicio.
Mas el rey estaba muy lúcido. Se había dado cuenta de que el traje no tenía poderes de ningún género. Ese día, el rey Gojo descubrió que el enorme regalo que le había hecho el Hada del Bosque no era un simple traje, sino más bien el valor y la confianza que se precisaba para dirigir un enorme reino y proteger la paz de sus gentes.
Eso sí, prosiguió vistiendo su traje, si bien le solicitó al sastre que le hiciera varios de repuesto a fin de que en la lavandería pudiesen reposar de noche.

Qué aprendimos del cuento El secreto del rey Gojo

El cuento del rey Gojo nos explica que podemos conseguir lo que nos planteemos si creemos en nosotros mismos y estamos persuadidos de que podemos hacerlo. La autoconfianza es fundamental por el hecho de que nos ayuda a esmerarnos y a superar cualquier obstáculo que tengamos por delante. De nada vale trabajar por lograr un propósito si pensamos que no lo conseguiremos. No obstante con confianza, trabajo y también ilusión, todo es posible.

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