El osito y el león

Hoy el Cuento de la categoria Cuentos Originales sobre El osito y el león

El osito y el león

El cuento de El osito y el león

Érase una vez, un osezno muy pequeño que vivía con su familia en un bosque enorme. Se llamaba Truc y siempre y cuando iba con su mamá, su papá y sus hermanos a buscar comida le agradaba entretenerse con otros animales a jugar.
Un día, mientras que paseaban por el bosque, Truc vio que había unos animales que jamás había visto.
– Mamá, ¿esos animales con tanto pelo y tan grandes quiénes son? – preguntó
– Truc, son los leones. Ellos son los animales más fuertes de todo este bosque y no podemos aproximarnos a ellos. Debes tener mucho cuidado Truc. Prométeme que no te aproximarás a ellos – le explicó su madre
Truc veía de lejos como jugaban entre ellos. ¡Eran enormes! Tenían unas patas gigantes y cuando veían a algún otro animal, rugían realmente fuerte y daban bastante temor.
Al día después, Truc volvió a salir de casa con su mamá a buscar más comida. Como siempre y en todo momento hacía, se entretenía con otros animales a correr y jugar. Ese día, conoció a Pet, un pájaro de colores que terminaba de llegar al bosque y que todavía no tenía amigos. Pet era muy travieso y siempre y en todo momento hacía lo que deseaba sin obedecer a absolutamente nadie.
Truc y Pet corrieron un buen rato por el bosque y, cuando Truc deseó percatarse, se había despistado y no hallaba a su mamá. Entonces, Pet, que había aprendido a volar altísimo hacía poco, levantó el vuelo para asistirlo a localizarla.
– A ver, a ver….No la veo por ningún lado… Un instante, ¡veo a los leones! ¡Sígueme Truc! ¡Jugaremos con ellos!
Truc, que recordó lo que su mamá le había dicho sobre los leones, le contestó:
– No Pet. No podemos jugar con ellos. Son peligrosísimos y mi mamá no me aproximarme.
– ¡Anda Ya! ¡Yo he estado volando encima de ellos y no pasa nada! ¡No seas cobarde! – afirmó Pet
De esta manera, el pájaro Pet, que no hacía caso a absolutamente nadie, insistió tanto que al final persuadió al pequeño Truc para acercarse a los leones.
Los 2 fueron a toda prisa y cada vez estaban más cerca, cuando, de súbito, oyeron un rugido realmente fuerte.
-¡Grrrrrrrrrrrrrrrrrr! ¡Grrrrrrrrrrrrrrrrrr!
Truc y Pet estaban asustadísimos. Pet voló altísimo para estar a salvo mas Truc debió correr y correr.
Pet, que lo veía todo desde el cielo, se percató de que uno de los leones corría tras Truc y le chilló desde el cielo:
– ¡Corre todo lo veloz que puedas Truc! ¡Corre!
Mas Truc era un oso muy pequeño y aún no podía correr rapidísimo. El pobre estaba asustadísimo y no podía correr más, entonces, escuchó un gruñido realmente fuerte.
Eran su papá y su mamá, que gruñeron al león que lo perseguía con tanta fuerza que lograron que se diese vuelta y volviese con el resto de los leones.
Truc corrió hasta sus papás atemorizado.
– Truc, ¿por qué razón me has desacatado? Te afirmé que eran animales realmente fuertes y que no debías aproximarte a ellos. ¡Nos hemos llevado un susto terrible! – afirmó mamá osa.
Truc miró a sus progenitores abochornado y triste y dijo:
– Lo siento, no deseaba asustaros… solo deseaba jugar con ellos pero…
– Toda la culpa es mía – afirmó Pet interrumpiendo al osezno – le afirmé a Truc que podíamos aproximarnos a los leones. No os enojéis con él por favor. Lo siento mucho, de veras.
Truc y Pet, aprendieron que obedecer a los mayores es algo fundamental y, desde ese momento, jamás más se aproximaron a los leones.

Qué aprendimos del cuento El osito y el león

La historia de Truc sirve para explicar lo esencial que es que los pequeños comprendan que deben obedecer a sus progenitores. Ellos siempre y en todo momento desean lo mejor para sus hijos y si bien en ocasiones los pequeños puedan no comprender el motivo que hay tras sus palabras, terminarán dándose cuenta de que siempre y en toda circunstancia procuran resguardarlos y cuidarlos.
Por otra parte el cuento ejemplariza de manera indirecta la relevancia de ser prudentes manteniéndose distanciados de aquello que pueda ser peligroso, como la de ser responsables asumiendo nuestra culpa cuando hemos hecho algo mal.

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