Hoy el Cuento de la categoria Cuentos Originales sobre El pajarito perdido
El cuento de El pajarito perdido
César era un pequeño de 8 años que vivía en una aldea rodeada de un bosque en el que había muchos árboles y animales. Le encantaba adentrarse en él y correr de un lado a otro gozando de la naturaleza.
Un día, mientras que cogía frutos de los árboles, se halló a un pájaro que estaba oculto tras unas ramas y que lloraba mucho.
– Pájaro, ¿Qué te pasa?
– Por bobo me distraje y me he perdido. Todavía soy pequeño y no puedo localizar a mis hermanos y a mi madre le contó el pájaro
César deseó asistirlo. A él le agradaban mucho los animales y tuvo una idea:
– Pájaro, ¿Por qué razón no te vienes conmigo a casa? Te voy a dar de comer y vamos a ser buenos amigos.
El pájaro creyó que no era una mala idea en tanto que en el bosque no había ningún nido donde dormir, conque se fue con César.
César estaba contentísimo con su nuevo amigo. No lo dejaba solo ni un segundo y hasta le fabricó una casa con una cama de paja donde podía dormir calentito.
El pájaro asimismo estaba muy a gusto con César. Se estaba portando realmente bien con él y era muy entretenido jugar a un millón de cosas juntos, mas, en ocasiones, el pájaro se ponía triste.
– Pájaro, ¿por qué razón estás triste? ¡Si lo pasamos realmente bien! le afirmaba César
– ¿Triste? ¡Que va! Estoy bien, de veras.
El pájaro no deseaba que su amigo se preocupara, con lo que hacía un esmero por sonreír delante de él. Mas realmente su corazón estaba realmente triste pues echaba mucho de menos a familia.
El tiempo pasaba y el pájaro cada vez estaba más preocupado por su madre y sus hermanos. Aun creyó que nunca los volvería a ver.
César prosiguió cuidándolo mucho y lo cierto es que juntos lo pasaban excelente, hasta el momento en que un día, el pájaro se puso tan triste que no pudo eludir ponerse a plañir.
– Pájaro, ¿mas por qué razón lloras tanto?
– Necesito ver a mi familia. Los echo mucho de menos le afirmó el pájaro
– Mas, ¿no estás bien acá conmigo?
El pájaro estaba muy agradecido y había cogido mucho cariño a César, mas creyó que había llegado el instante de solicitarle un favor.
– César, acá estoy realmente bien, mas necesito hallar a mi familia y mis amigos. ¿Me asistirías a procurarlos? le preguntó el pájaro
César se lo tomó muy mal. Deseaba tanto al pájaro que ya no podía imaginarse ni un día sin él.
– ¡Yo deseo que te quedes! ¡Eres mi mejor amigo! afirmó César un tanto airado
El pájaro se quedó realmente triste. Comprendía que para César fuera bastante difícil separarse de él, mas era la única persona que podía asistirlo a hallar a su familia.
César prosiguió enfurruñado unos días, mas vio que el pájaro estaba cada días un poco más triste y se dio cuenta de algo fundamental.
– Pájaro, te quiero tanto que solo deseo lo mejor para ti, conque si tu serás más feliz con tu familia, te asistiré a que la halles.
El pájaro se puso contentísimo al escuchar esto y ese día comenzaron la busca. Recorrieron los bosques, preguntaron a el resto animales y todos corrieron la voz hasta el momento en que, al fin, la familia del pájaro se enteró de dónde estaba y fueron a por él.
Cuando el pájaro vio a sus hermanos y a su mamá se puso contentísimo, si bien asimismo supo que eso quería decir que debía despedirse de César y eso le puso realmente triste.
– Jamás voy a olvidar lo que has hecho por mi, César ¡Vas a ser mi mejor amigo siempre y en todo momento! ¡Y te prometo voy a venir a jugar contigo siempre y cuando pueda! le afirmó a César
El pequeño se quedó realmente triste, mas al unísono se sintió bien pues comprendió que de esta manera hacía muy feliz a su amigo.
El pájaro se fue mas su amistad no acabó ahí pues, al poco tiempo, toda la familia del pájaro decidió mudarse muy cerca de César y de esta forma los 2 amigos prosiguieron jugando juntos a lo largo de bastante tiempo.
Qué aprendimos del cuento El pajarito perdido
Este cuento pretende que los pequeños comprendan que en ocasiones, una forma de probar nuestro amor o bien cariño por una persona, es haciendo un pequeño esmero o bien sacrificio por ella. Esto es lo que le sucede a César, que comprende que debe abandonar a la compañía de su amigo a fin de que de esta manera pueda ser feliz al lado de su familia.
En caso contrario estaríamos siendo ególatras y el auténtico amor, jamás debe serlo.