Hoy el Cuento de la categoria Cuentos Originales sobre La Bruja Basurera
El cuento de La Bruja Basurera
Érase una vez, una hechicera desalmada que tenía malísimas pretensiones. Deseaba lograr que los pequeños tiraran basura en la calle y ensuciasen todo pues cuanta más basura tiraran, más fuerte y poderosa sería ella.
La hechicera tenía claro sus objetivo. Con su fuerza y sus poderes se apropiaría del planeta para convertirlo en un sitio obscuro, feo y lleno de basura.
Cuando veía que algún pequeño buscaba una papelera en la calle para tirar basura, la hechicera mandaba a unos bichos voladores que les murmuraban al oído:
– ¡No hay papeleras! ¡No procures pues no existe ninguna! Tira la basura al suelo, ¡qué más da! Absolutamente nadie se va a dar cuenta…
Los bichos hechizaban la los pequeños hasta el momento en que lograban estos tiraran la basura al suelo.
– ¡Jajajaja! ¡Todo se llena de basura! ¡En breve lograré ser tan fuerte y poderosa que destrozaré el planeta! chillaba la hechicera mientras que veía toda la basura que había en las calles.
Los bichos desalmados tenían tanto poder que lograron que todas y cada una de las personas dejasen de emplear las papeleras y contenedores y que tiraran la basura al suelo o bien en medio de la naturaleza, hasta el momento en que todo estuvo sucio y repulsivo.
La hechicera, deseando de hacer el mal, poquito a poco, transformó los bosques en lugares oscuros sin árboles ni ríos, las urbes cada vez eran más feas, los animales desaparecieron del planeta y dejó de haber comida para las personas. El planeta se llenó de basura y la hechicera lo transformó todo en un sitio en el que no se podía vivir.
Un día, un pájaro gigante que vivía en otro planeta, vio desde el espacio que el planeta Tierra estaba diferente. Ya no se veía el azul de los ríos y mares, ni el verde de los bosques. Con lo que decidió acercarse un tanto más para poder ver qué ocurría.
– ¡No puede ser! ¡Mas si está todo lleno de basura! se sorprendió el pájaro
El pájaro gigante volvió a su planeta para contar a todos lo que pasaba. Allá todo el planeta cuidaba la playas, los bosques o bien los ríos y respetaba a los animales y las personas.
Cuando contó en su planeta la desgracia, todos y cada uno de los habitantes se reunieron para buscar un plan.
– ¡Solicitemos ayuda al Mago Educ! Él va a saber qué podemos hacer para devolver la vida a nuestro planeta vecino afirmó uno de los habitantes.
Todos fueron a buscar al mago para explicarle lo que ocurría. El mago, muy sorprendido con lo que oía, les dijo:
– ¡Esto debe de ser obra de la desalmada Hechicera Basurera! ¡Creo que tengo la solución!
De pronto, el mago comenzó a meter en una olla gigante un montón de cosas raras: un calcetín roto, una lata de atún, el plástico de una bolsa de gusanitos, un montón de cascarillas de fruta y un líquido verde fluorescente que hizo que saltaran chispas.
– Ya está ya lista la poción. Ahora debéis salpicar a la hechicera con ella. Si lo conseguís haréis que pierda sus poderes y todo vuelva a la normalidad. Además de esto asimismo va a hacer que todos y cada uno de los pequeños de la Tierra aprendan que no deben tirar la basura a la calle.
Los pájaros gigantes fueron muy valientes y se ofrecieron a venir a la Tierra para lanzar la poción sobre la hechicera.
Fue bastante difícil, mas por último lo lograron. Cuando la poción cayó sobre la Hechicera Basurera, poquito a poco todo fue de nuevo como siempre y en toda circunstancia. Los bosques, los ríos, las playas y las urbes volvieron a relucir y a recobrar su esplendor y, desde aquel instante, jamás absolutamente nadie volvió a manchar el planeta.
Qué aprendimos del cuento La Bruja Basurera
El cuento de la Hechicera Basurera enseña a los pequeños lo esencial que es que respeten y cuiden el medioambiente en tanto que , como humanos, forman parte de él.
Una parte esencial de ese cuidado está relacionado con los restos y la basura. Los pequeños deben familiarizarse desde pequeños con el hábito de depositarla en el sitio conveniente y no en la calle o bien en un ambiente natural, donde haría mucho daño al ecosistema.