La competición de las verduras

Hoy el Cuento de la categoria Cuentos Originales sobre La competición de las verduras

La competición de las verduras

El cuento de La competición de las verduras

Tomatito y Zanahorio eran 2 amigos que siempre y en toda circunstancia estaban muy alegres y contentos. Día tras día iban a casa de todos y cada uno de los pequeños a llevarles un montón de tomates y zanahorias por el hecho de que a los pequeños les encantaba comérselos a cualquier hora del día.
Tomatito y Zanahorio eran la envidia de todas las otras verduras y hortalizas. Ninguna otra familia de verduras lograba que los pequeños se emocionasen tanto en el momento de comérselas.
– Mirad, ahí van Tomatito y Zanahorio con sus carretas llenas de tomates y zanahorias para repartir. Esperemos los pequeños me hiciesen tanto caso a mi y a mis esparraguitos – afirmó Don Espárrago
Un día, mientras que estaban un montón de verduras reunidas, apareció Doña Patata.
– ¿Mas qué os pasa a todos?, ¿A qué vienen esas caras tan tristes? – preguntó Doña patata
– Los pequeños no nos hacen caso. Cuando vamos a sus casas no nos quieren. Solo se alegran cuando Tomatito y Zanahorio les llevas su ricos tomates y sus enormes zanahorias – respondieron las verduras.
Doña patata, que era una señora muy mayor y también inteligente y a la que los pequeños deseaban mucho les dijo:
– ¡Tengo una idea! Tengo un truco a fin de que se den cuenta de lo ricos que estáis y de lo buenos que sois para su nutrición.
Entonces, Doña Patata se puso manos a la obra y preparó una competición de verduras en la que todos probarían sus cualidades.
Todas y cada una de las verduras participaron: espárragos, brócolis, coliflores, judías, cebollas, calabacines, alcachofas…y asimismo los tomates y las zanahorias.
La competición empezó y en ella todas y cada una de las verduras debían explicar a los pequeños cuáles eran las cosas buenas que lograrían si las comían.
– Yo llevo por nombre Brócoli y soy una verdura completísima llena de vitaminas que os va a dar mucha energía para medrar y que seáis buenos estudiantes.
– Yo llevo por nombre Alcachofa y soy una verdura que va a hacer que vuestro corazón sea realmente fuerte y resistente a fin de que seáis buenos atletas.
Y de esta manera, todas y cada una de las verduras explicaron sus cualidades, mas los pequeños sisearon a todas y cada una de las verduras.
– ¡¡Buuuuu!! ¡¡Buuuu!! ¡Yo solo deseo comer verduras ricas y vosotras no nos agradáis nada! – chillaban los pequeños
Mas Doña Patata, que era tan querida por todos, tenía un plan. Había preparado muy ricas recetas utilizando sus patatitas y el resto de verduras.
Por una parte, hizo un puré de patatas con brócoli y zanahoria que estaba para chuparse los dedos, por otro hizo un plato de espárragos con jamón, asimismo preparó arroz con tomate y salchichas, una tortilla de calabacín, cebolla y patata y un montón de cosas más.
Tapó los ojos a todos y cada uno de los pequeños y les dio a probar todos los platos.
– ¡¡Uhmmm!! ¡Qué puré más rico! Creo que es de patata y zanahoria, mas tiene algo más que me agrada mucho – afirmó uno de los pequeños
– ¡Anda! Mas si esta tortilla está muy, muy rica! – afirmó otro
Todos y cada uno de los pequeños probaron los platos que Doña Patata había preparado y debieron votar sus platos preferidos.
– ¡Yo voto al puré! ¡yo a la tortilla! – chillaban todos al unísono
Cuando Doña Patata les enseñó qué era lo que habían probado si bien la mayor parte de los pequeños no se lo creían.
– ¡Mas eso es imposible! ¡Si odio el brócoli! – afirmó un pequeño
– ¡Y los espárragos! – afirmó otro
Y Doña Pata, que sabía que con su pequeño engaño les probaría que con imaginación todo era posible, les dijo:
– Es fundamental que comáis todas y cada una de las verduras que podáis y no solo tomate, zanahoria o bien patata. Hay mil formas de comerlas y siempre y en todo momento las podéis entremezclar con otras que os agraden más para lograr sabores tan ricos como los que habéis probado el día de hoy. ¡Es solo cuestión de imaginación!
Desde ese día, los pequeños se animaron a probar otras cosas y Tomatito y Zanahorio llenaron sus carretas de un montón de verduras de diferentes colores y sabores.
Todas y cada una de las verduras vivieron felices sabiendo que los pequeños se estaban nutriendo tan bien que medrarían realmente fuertes y también inteligentes.

Qué aprendimos del cuento La competición de las verduras

Este cuento procura que los pequeños entiendan de forma amena lo esencial que es que coman fruta y verdura. Una buena nutrición es indispensable a fin de que medren sanos y fuertes y si bien en muchas ocasiones se cierren en banda a comer un comestible, deben procurar cuando menos probarlo en tanto que para su organismo esas vitaminas y minerales son precisos.

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