Hoy el Cuento de la categoria Cuentos Originales sobre Los dibujos de Laura
El cuento de Los dibujos de Laura
Laura era una pequeña de 9 años a la que le encantaba aprender cosas nuevas.
Siempre y en toda circunstancia estaba pendiente de lo que le enseñaban en el instituto y de lo que le explicaban sus progenitores.
A Laura le agradaba leer y también inventar historias con personajes fabulosos. Se le daba realmente bien redactar cuentos y siempre y cuando en el instituto debían hacer labores de escritura se divertía mucho.
Un día, la maestra les dijo:
– Vuestra próxima labor será redactar un cuento, mas esta vez haremos algo diferente: cada uno de ellos escribirá un cuento y lo debéis acompañar con dibujos que reflejen la historia. Tenéis un par de días para hacerlo.
Cuando la maestra mandaba estas labores, Laura siempre y en todo momento se ponía contentísima, mas esta vez algo diferente ocurrió.
– Laura, ¿por qué razón no estás contenta? ¡A ti te chifla redactar cuentos y además de esto se
te da realmente bien! afirmó su amigo Tomás
Laura, muy abochornada y triste, dijo:
– Tomás, a mi me chifla redactar cuentos, mas soy muy torpe dibujando y esta labor no me saldrá bien. ¡Ya lo vas a ver!
Ya en casa Laura se puso a hacer sus deberes y pensó:
– ¡No seré capaz de hacer los dibujos que nos solicita la maestra! ¡Será el peor cuento de todos!
Laura lloró y lloró y su madre entró en la habitación:
– Laura, ¿qué sucede?
– Mamá, debemos redactar un cuento y acompañarlo de dibujos y dibujo muy mal. ¡No voy a ser capaz de hacer un buen cuento!
Su madre le recordó que no todos y cada uno de los pequeños lo hacen bien todo. Siempre y en todo momento hay algo que hacen mejor y algo que hacen peor y que lo esencial era procurarlo y aprender.
Laura se percató de que a ella lo que le agradaba era aprender a hacer cosas nuevas y prosperar día tras día conque se puso a redactar su cuento.
Decidió redactar una historia sobre un dragón que debía aprender a volar. Era una historia fabulosa y la acompañaría de un dibujo de un dragón volando encima de un castillo.
Cuando Laura acabó no le agradaba. Creía que estaba muy mal hecho conque lo tiró a la papelera y se puso a dibujarlo otra vez. Lo dibujó una y otra vez, mas jamás lograba hacerlo bien. Se hizo tarde y ya iba siendo hora de dormir, conque se dio por vencida y se fue a la cama.
Al día después, su amigo Tomás le preguntó:
– Laura, ¿Ya has dibujado tu cuento?
– Tomás, soy muy torpe. Lo hice prácticamente 9 veces y siempre y en todo momento salía feo y mal. No seré capaz. ¿Tu ya has terminado el tuyo? afirmó Laura
Tomás sacó su cuento de la mochila y lo mostró a Laura. Tenía múltiples dibujos realmente bonitos, con muchos colores, con lo que Laura le preguntó si podía leerlo. Mas Tomás, abochornado, le dijo:
– MIs dibujos han quedado bien, mas me da vergüenza que leas mi cuento por el hecho de que a mi se me da muy mal redactar y tu lo haces mucho mejor que .
Laura recordó lo que su madre le había explicado la tarde precedente y comprendió que lo verdaderamente esencial era esmerarse por aprender y hacer las cosas día a día un tanto mejor.
– Tomás, ¿y si te asisto a prosperar tu cuento y tu a mi a dibujar el mío? le afirmó Laura
De esta manera, los 2 pequeños hicieron esa tarde sus deberes juntos, se asistieron mucho y se esmeraron un montón. Laura dibujó y dibujó con la ayuda de Tomás y le asistió a progresar su escritura hasta el momento en que al fin quedaron satisfechos con sus cuentos.
Cuando llevaron sus deberes al instituto al día después resultó que sus cuentos y dibujos fueron de los mejores de su clase y los dos aprendieron que con esmero y también ilusión se pueden lograr las cosas.
Qué aprendimos del cuento Los dibujos de Laura
Este entrañable cuento explica a los pequeños que deben aprender a admitirse con sus virtudes y defectos, con las cosas que hacen bien y las cosas que no hacen tan bien. Una vez hayan hecho esto han de saber que con esmero y superación van a poder lograr prácticamente cualquier cosa que se planteen, por más bastante difícil que les parezca. Como le ocurre a Laura, la protagonista de esta historia y quien piensa que de ningún modo va a aprender a dibujar.
Finalmente el cuento nos enseña que los amigos pueden asistirnos mucho a lograr lo que nos planteemos y que solo hace falta tener ilusión por lograrlo y ganas de proseguir intentándolo en tantas ocasiones como haga falta.