Un ratón y un gato en Navidad

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Un ratón y un gato en Navidad

El cuento de Un ratón y un gato en Navidad

Triqui era un gato muy travieso que vivía con su dueña Alicia en una casa muy grande. Siempre y en toda circunstancia jugaba con todo cuanto hallaba por casa. Corría de un lado a otro, brincaba por los muebles y hacía trastadas toda vez que podía. Cuando estaba cansadísimo, le encantaba acorrucarse para dormir en su cestita, justo a la vera de la chimenea.
Un día, mientras que dormía apacible, escuchó un estruendos en la pared. Se levantó de un salto y fue corriendo a ver qué era. De súbito, un ratoncito pequeñísimo asomó la cabeza por un orificio. Era Rufus, un ratoncito gris que vivía con su familia en la pared de Alicia.
Cuando Rufus vio a Triqui, le dijo:
– ¡Hola gato! ¿Cuál es tu nombre?
– Llevo por nombre Triqui. ¡Y no me agradan los ratones! – afirmó el gato
Rufus, muy sorprendido, le afirmó que solo deseaba buscar algo de queso para comer conque salió de su orificio para ir a la cocina.
Triqui empezó a correr tras Rufus deseando cazarlo mas el ratón era más veloz y no pudo cogerle.
Rufus, al fin, entró en su orificio y, asustadísimo, contó a su familia la aventura con Triqui. Desde ese instante, el gato siempre y en todo momento se aproximaba al orificio de los ratones y también procuraba meter la patita para cazarlos.
Un día, mientras que Triqui estaba dormido, Rufus salió muy despacio y en silencio para ir a buscar comida. Fue a la cocina muy poco a poco mas, de repente, Triqui despertó y salió corriendo detrás de él. Rufus corrió y corrió y, al fin, volvió a su orificio nuevamente.
Triqui jamás lo dejaba sosegado. Siempre y cuando Rufus salía procuraba cazarlo y corría detrás de él. Los ratones ya no se atrevían a salir y siempre y en toda circunstancia estaban asustadísimos frente al gato.
La Navidad había llegado y, como era de costumbre, Rufus y su familia preparaban un banquete en Nochebuena. Ya no tenían apenas comida en su orificio, con lo que se asomaron para poder ver si Triqui estaba dormido y los dejaba salir.
Como fue la sorpresa de los ratones, cuando vieron al pobre gato maullando y llorando cerca de la puerta.
Rufus y su familia salieron del orificio y, si bien Triqui los miró, fue la primera vez que no salió corriendo detrás de ellos.
Los ratones fueron a la cocina y cogieron un montón de comida para su cena de Navidad. Cuando llegaron a su orificio, estaban muy sorprendidos de que Triqui no se hubiese portado tan mal como siempre y en todo momento.
Todos comenzaron a preparar su rica cena mas escucharon que Triqui proseguía llorando en la puerta. De esta manera, Rufus se asomó y le dijo:
– Triqui, ¿Por qué razón lloras? ¡El día de hoy ni tan siquiera has querido cazarme!
– Estoy realmente triste, como siempre y en toda circunstancia en Navidad – afirmó Triqui
– Mas, ¡el día de hoy es un día muy ameno! ¿Por qué razón siempre y en toda circunstancia estás triste en Navidad? – preguntó el ratón
– Mi dueña Alicia siempre y en todo momento se marcha de casa y me quedo solo en estas fiestas. Odio que Alicia se vaya y la Navidad sin ella es realmente triste para mí – afirmaba Triqui mientras que lloraba.
Rufus, muy entristecido, entró en su orificio y contó a su familia lo que pasaba. Todos imaginaron lo hastiado que sería pasar una noche tan entretenida sin el resto, conque por último decidieron algo:
– Triqui, tu jamás eres bueno conmigo, mas ni mi familia ni deseamos que estés solo esta noche conque te recomendamos cenar con nosotros.
Triqui, muy sorprendido, contestó:
– Mas, ¿por qué razón seríais tan buenos conmigo?
– Por el hecho de que creo que podríamos ser amigos y jugar juntos siempre y en todo momento en casa. No tienes por qué razón ser malo con nosotros. – afirmó Rufus
Triqui se percató de que era considerablemente más entretenido jugar con Rufus y estar siempre y en todo momento acompañado que estar solo y hacerle rabiar. De este modo, ese día organizaron una enorme cena de Navidad y, desde ese momento, el ratón y el gato se hicieron los mejores amigos del planeta.

Qué aprendimos del cuento Un ratón y un gato en Navidad

Este cuento nos enseña ciertos valores más propios de la Navidad como son la bondad y el perdón. Además de esto asimismo nos da un bonito ejemplo de lo que es la amistad y nos enseña a que no debemos corresponder con rencor a quien se ha portado mal con nosotros. Si bien pueda semejarnos bastante difícil hacerlo la verdad es que vamos a ser más felices si le excusamos.

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