El juguete preferido de Pablo

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El juguete preferido de Pablo

El cuento de El juguete preferido de Pablo

Pablo era un pequeño al que le encantaba jugar con sus juguetes. Tenía un montón de ellos: turismos, trenes eléctricos, muñecos, peluches…pero tenía uno que era su preferido.
Era un robot al que llamó Roc y que le obsequiaron cuando tenía 3 años. Estaba un tanto viejo, le faltaba un brazo y el color estaba muy gastado, mas a Pablo le daba igual. Era su juguete preferido y siempre y en todo momento deseaba jugar con él.
Pablo tenía sus juguetes en su habitación y su madre le afirmaba todas y cada una de las tardes que ordenase su habitación tras jugar. Mas Pablo era muy desorganizado y detestaba recoger sus cosas. Era tan desorganizado que jamás sabía dónde tenía nada y siempre y en toda circunstancia perdía todo.
– Pablo, debes aprender a ser más ordenado. ¡Cualquier día perderás la cabeza! – le reñía su madre
Mas Pablo pensaba que ser ordenado y recoger la habitación todos y cada uno de los días era un rollo con lo que siempre y en todo momento se descabullía.
Una tarde, Pablo fue a una celebración de aniversario que festejaba un amigo suyo en el parque y se llevó ciertos de sus juguetes, incluyendo a Roc. Fue muy ameno por el hecho de que todos y cada uno de los pequeños compartieron sus juguetes.
Cuando el aniversario terminó, Pablo volvió a casa y ya antes de irse a la cama su madre le dijo:
– Pablo, no olvides recoger tu habitación y ordenar todos tus juguetes.
Mas Pablo estaba tan fatigado que no hizo caso a su madre y se metió en cama.
Al día después, cuando Pablo volvió del instituto y se puso a jugar se llevó una sorpresa. Buscando en el desorden se percató de que su robot Roc no estaba por ningún lugar.
– ¡Mamá!, ¡Mamá!, ¿Has visto a Roc?¡No lo encuentro en ningún lado!
– Pablo, ¿Otra vez te ha vuelto a pasar?, ¡Si fueses más ordenado no perderías tus cosas! – le reñía su madre
Pablo y su mamá procuraron a Roc por todos y cada uno de los rincones de su habitación mas no aparecía. Entonces, su madre le preguntó:
– Mas Pablo, ¿En qué momento fue la última vez que jugaste con él?
Pablo se percató de que la tarde precedente se había llevado a Roc a la celebración y se preocupó mucho al meditar que podía haberlo olvidado allá.
Su madre le acompañó al parque para procurarlo, mas Roc no estaba por ningún lugar.
Pablo se puso realmente triste. Roc era su juguete preferido y para él era como su mejor amigo. Debía hallarlo como fuera, mas Roc estaba perdido.
– ¡Te afirmé que debías ser más ordenado y cauteloso con tus cosas! Seguramente a Roc lo haya encontrado otro pequeño o bien es posible que lo hayan tirado a la basura – le afirmó su madre.
Pablo estuvo realmente triste. No tenía ganas de jugar con sus juguetes y solo pensaba en Roc, hasta el momento en que un día, mientras que estaba con sus amigos, vio que otro pequeño jugaba con un robot igual que Roc.
Pablo se aproximó y cuando lo vio se percató de que era su juguete. Le faltaba exactamente el mismo brazo y tenía exactamente el mismo color gastado.
– ¡Hola! Creo que ese robot es mío. Lo perdí el pasado día en el parque y es mi juguete favorito– le afirmó Pablo al pequeño
Al ver que Pablo estaba tan triste el pequeño se lo devolvió a fin de que pudiese continuar jugando con él.
Cuando Pablo llegó a casa, afirmó a su madre:
– Mamá, ¡Roc está conmigo nuevamente! ¡Te prometo que de ahora en adelante voy a ser más ordenado y cauteloso!
Y de esta forma fue. Pablo ordenó todos y cada uno de los días su habitación y puso sus juguetes en su lugar y de este modo jamás más perdió a Roc ni tampoco ninguna de sus cosas.

Qué aprendimos del cuento El juguete preferido de Pablo

Este cuento nos habla de la relevancia de que los pequeños aprendan a obedecer a sus progenitores. Ellos siempre y en todo momento desean lo mejor para ellos con lo que sus consejos siempre y en toda circunstancia les van a ayudar y servirán para prevenir situaciones como la que le ocurre a Pablo cuando pierde a Roc por no ser más cauteloso y ordenado.
Así como este es asimismo esencial el valor de la esplendidez. Lo vemos en la actitud de Pablo cuando lleva sus juguetes a la celebración de aniversario a fin de que el resto pequeños puedan jugar con ellos y asimismo en la actitud del pequeño que halla a Roc, que al ver a Pablo tan triste, no se lo piensa y se lo devuelve.

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