Jaimito, el niño caprichoso

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Jaimito, el niño caprichoso

El cuento de Jaimito, el niño caprichoso

Jaimito era un pequeño muy antojadizo que siempre y en toda circunstancia lograba todo lo que deseaba. Si Jaimito deseaba un juguete, lo lograba. Si Jaimito deseaba un helado, lo lograba asimismo. Y de esta manera con todo.
Era un pequeño muy envidioso y toda vez que veía al resto de pequeños con algo que le agradaba , asimismo lo quería a toda costa.
Mas Jaimito era tan antojadizo que sus papás debieron regañarle:
– Jaimito, no puedes tenerlo todo. Las cosas hay que valorarlas y ganárselas con esmero – le afirmaban.
Mas Jaimito creyó que si sus papás no le adquirían todo lo que deseaba se las apañaría como fuera para lograr todo cuanto se le antojara.
Un día, un compañero del cole llevó unos cromos nuevos muy amenos. Cuando los vio, Jaimito los quiso mas sus progenitores le afirmaron que no.
– Jaimito, no te compraremos esos cromos. Tienes muchas cosas. Deberás ganártelos poquito a poco – le afirmaron.
Mas Jaimito los quería sobre todas y cada una de las cosas y, ni corto ni perezoso, pensó en quitárselos a su compañero para quedárselos .
Y de este modo fue. A Jaimito le pudieron las ganas y la envidia y le quitó a su compañero sus cromos sin meditar en lo mal que estaba lo que terminaba de hacer.
Pasó el tiempo y Jaimito vio que quitándole a el resto lo que se le antojaba podría tener todo cuanto deseaba. Un balón, un robot, un cómic, juguetes y ¡hasta una bici!
Jaimito quitaba a sus amigos todo lo que le agradaba y se lo llevaba a su casa para gozarlo .
Un día, estaba con Pedrito, un amigo del cole al que le encantaban los libros de aventuras.
– Jo hay un libro nuevo que me chifla y que mis papás no me pueden comprar… Juan ya lo tiene, que suerte. ¡A ver si un día me lo presta para poder leerlo! – afirmó Pedrito
– ¡Uhm! Tengo una idea! – le respondió Jaimito.
Y ni corto ni perezoso, Jaimito se las apañó para quitarle el libro a Juan y dárselo a Pedrito al día después.
– ¡Mas Jaimito! ¡Si este es el libro que tanto deseaba! ¿De dónde lo has sacado?
– ¡Chss! ¡Calla! Es ya tuyo, ¿no?Así que despreocúpate.
Pedrito se fue súper contento con su querido libro y a los días se halló con Juan y otros amigos del cole:
– ¡Jo Pedrito! He perdido mi súper libro. No sé qué he hecho con él mas estoy realmente triste pues me encantaba.
– ¡Sí? Qué casualidad, asimismo he perdido mi cómic preferido – afirmó otro amigo
– Puesto que yo a mi robot… que extraño – afirmó otro
A Pedrito todo le resultó extrañísimo todo eso y, esa tarde, fue a casa de Jaimito.
Cuando llegó, se percató de que allá tenía un montón de cosas que sus otros amigos habían perdido:
– Jaimito, ¿de dónde has sacado todas y cada una estas cosas?
– Es un secreto – le respondió
Pedrito comenzó a sospechar de Jaimito con lo que decidió espiarlo unos días y… terminó descubriendo lo que pasaba: ¡Jaimito robaba todas y cada una de las cosas del resto pequeños!
Entonces, sin titubear un instante, Pedrito fue a charlar con él.
– Jaimito, te traigo el libro que me obsequiaste. No lo quiero.
– ¿Mas por qué razón? – le preguntó Jaimito
Por el hecho de que creo que este libro se lo hurtaste a Juan y deseo que se lo devuelvas, como el resto de cosas que has quitado a el resto. Lo que haces está feísimo y debes devolverlo todo.
Jaimito se puso rojo como un tomate y se percató de que lo habían cogido y de que lo que hacía estaba muy mal. Con lo que devolvió a sus compañeros las cosas que les había quitado inmediatamente y les solicitó perdón muy arrepentido.
Desde ese momento Jaimito entendió que las cosas se logran con esmero, que no se puede tenerlo todo y, sobre todo, que había sido muy ególatra al quitarles las cosas a sus amigos para gozarlas solo sin meditar en el daño que hacía a el resto.

Qué aprendimos del cuento Jaimito, el niño caprichoso

La historia de Jaimito sirve a fin de que los pequeños comprendan que no deben querer todo cuanto vean y mucho menos, hurtar a quien tenga algo que no puedan tener.
Tal como le afirman los progenitores de Jaimito a su hijo “las cosas se logran con esfuerzo” y esto es algo fundamental que va a ayudar asimismo a que los pequeños valoren más las cosas una vez hayan logrado.

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